miércoles, marzo 30, 2005

Alimentos del infierno (frío)

He recibido una severa amonestación de Pequeña Morla por haber utilizado en mis últimos y frenéticos posts la palabra “cojones” y la expresión “a tomar por culo”. También me ha recordado que este es un blog ligeramente intelectualizante y que del Gabinete deben salir ustedes más sabios y nos más asilvestrados de lo que ya están. Y me ha dicho: “Ven, vamos a escribir un post divertido y no de esos introspectivos/autoflagelantes que te gastas últimamente.” Y yo no pude decir que no, claro.

Si Borges decía enorgullecerse de los libros que había leido, en el Gabinete nos enorgullecemos de las ideas que copiamos e imitamos porque lo hacemos desde la admiración más sincera. Tal vez desconozcan ustedes que los Lametones tienen una sección en su blog llamada Semos lo que comemos. Y nos hemos dicho, “si esa gente escribe exitosos posts mostrando las mierdelicias™" (chicos, ¡tenéis que patentar esa palabra!) "de la Madre Patria qué impacto no tendrán las Frioexteriores, internacionalmente reconocidas por su alto grado de aberración.” Así que hoy el Gabinete inaugura una (pseudo) sección dedicada a la basura que se come por estos fríos infiernos donde subsistimos. Ilustradas a todo color.

Bien. Como sabrán los Frioexteriores no se sientan a comer como Dios manda, esto es, con mantel y vino. Ejecutivos, médicos o limpiaventanas por igual sacian su hambre con bocados ligeros a la, eufemísticamente llamada, “hora del sándwich” (aunque es obvio que en una hora uno se puede comer tranquilamente y sin apresurarse al menos 17.6 sandwiches). Con miras a su futuro, los Frioexteriores son instruidos desde jovencitos en estas costumbres para así habituarles a ellas antes de que se conviertan en hombres y mujeres de provecho. Nuestro primer artículo de hoy trata de alcanzar ese Santo Grial de la alimentación que es conseguir que los niños tengan una dieta variada, equilibrada y al mismo tiempo de su gusto. Equilicuá.




Maravillosos Lunchables ¿Que padre puede resistirse a dar semejante dosis de calcio a sus hijos? Y fíjense que vaquita tan graciosa. Todo lo que tu hijo ansía y demanda se encuentra en esta sencilla bandejita. Nos presenta sus contenidos nuestro azafato el pollito loco.




¿A que se le hace a uno la boca agua? Mírenlo bien, mírenlo. Ahí están sus tres panecillos, uno para cada una de esas tres sabrosas salchichas. Y ese queso. Y esa bolsita de ketchup que tanto agrada a las jóvenes generaciones. Hidratos, proteínas, grasas. ¡Todo esta aquí! La buena alimentación, concentrada.

Aun así, hemos de conceder que esta ración puede resultarle algo magra a nuestros retoños. Pero no se preocupen. Podemos complementarla con nuestro segundo artículo de hoy: Nada mejor que el queso para otorgarles ese extra de energía necesaria para un largo dia de esfuerzo intelectual y físico. Nos lo presenta nuestro azafato Pikachu.




Ya sabemos que a los niños el queso no les suele hacer mucha gracia. No hay problema. Primero le añadimos un inofensivo aroma a bacón ahumado. Luego la mascota molona (¡si es que hasta el queso puede ser cool!). Finalmente ponemos en el envoltorio el vasito de leche de rigor para que hasta el padre más escéptico se convenza de que alimenta bien a sus hijos.



Pero no solo son estos alimentos sin par. Si el niño o niña es de los raritos, no sufran. Estos productos también pueden fomentar la imaginación de las criaturitas. Vean, vean como Pequeña Morla y un servidor escenificamos un remake lo-budget de “Náufragos.”



Pikachu y Squirtle arriban finalmente a la isla desierta.

Solo resta una última pregunta. ¿Por qué andarse con zarandajas? ¿No ahorrarán más tiempo y disgustos mezclando todos estos nutrientes y suministrándoselos directamente al infante en cuestión? ¡Dicho y hecho!




¡Ñam, Ñam! Miren que pinta de apariencia tiene el majestuoso resultado.




Pues aquí me despido hasta una próxima ocasión en la que les ofreceré más viandas típicas de estos lares para delicia y regocijo de sus sus malacostumbrados estómagos.
¡Bon appetit!

4 Comments:

At marzo 31, 2005 11:17 a. m., Anonymous Anónimo said...

¡Bravo bravo! ¡Viva!

 
At abril 01, 2005 4:53 a. m., Blogger Alex Werden said...

Precisamente, la primera vez que cité a los lamedores en mi blog fue a sazón de esa insólita sección culinaria. Hablaba de blogs y de la oportunidad de encontrar lo inencontrable en otros medios. Un sitio independiente para la libre y desenfadada crítica análitica de alimentos de corporaciones.

Me llegó al alma el análisis del sabor del producto aquel, y creo que más que hablar de algo comible es la capacidad analitica lo que hace valiosa esa sección lametonamorosa, no obvie esa parte. ¿tienen tamaño decente las salchichas? ¿saben bien? ¿Quien produce el jodido pan de sorgo que incluye?.

Por cierto, genial lo de el ''pollo loco'' lo que más me ha gustado del post. Yo he pensado más de una vez poner al perro frente a un artículo comentado como medio de crear unifomidad y demostrar que poseo realmente el fetiche del que hablo. lo sopesaré de nuevo.

 
At abril 01, 2005 10:23 a. m., Blogger Dr Zito said...

Si, ya se que la ciencia exige sacrificios. Pero ni harto de vino hubiera yo probado las salchichitas de marras!

 
At abril 01, 2005 11:27 a. m., Blogger Delco Diesel said...

Juer, a Werden le vamos a tener que pagar comisión porque cada vez que habla de LdA dice unas cosas más bonitas que, jopé... a mí me llegan al alma, tronqui.

Del Amor,
Casimiro AKA DelcoDiesel

P.d.: Ahora me ha entrado hambre, mirando el queso pelable del infierno.

 

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