Uppercut
¡Uff! Mala rentreé tras las vacaciones: He sufrido un par de reveses laborales y todavía estoy viendo estrellitas.
Esto, aparte de tener posibles desastrosas consecuencias para mí vida en general, augura malos tiempos para el Gabinete (o buenos, según se mire). Estoy enganchado, encariñado, encaprichado con este inventín de los infiernos y le he hecho un buen hueco, tal vez demasiado grande, entre mis biorritmos. Pero no voy a poder continuar con él de la misma forma que antaño. Mientras me entero de por qué y por dónde vienen estas sopas con honda que me están dando me temo que tendré que echar el freno.
Así que debo restringir mi actividad blogera a los momentos de estricto tiempo libre. Con los posts más cortitos no notarán ustedes la diferencia. Pero no se extrañen si tardo más de la cuenta en actualizar porqué eso indicará que estoy cocinando algo denso; uno de esos posts con fundamento y pedantería en vez de perejil que antes me llevaban horas y que ahora pueden ocuparme días..
Perdónenme también si me muestro menos activo (¿aun menos?) comentando los blogs suyos de ustedes, o llego tarde y mal a las conversaciones. Hipotecaría mi alma por poder seguir al pie del cañón tan intensamente como ahora, pero si quiero salir alguna vez de estos Fríos he de hacer reajuste de plantilla entre mis neuronas.
Y qué pena que esto llegue precisamente ahora; con esos cromitos, o como se llamen, que han pergeñado con amor los Lametones o Andrés de Harmony House (ahí, a la derecha los pueden ver: ¡qué ilusión!); con Vigalondo dejándose caer por aquí; con ese proyecto conjunto con Werden sobre Radiohead y que espero acabe siendo a tres manos…
Igual el tamaño no importa, pero el ritmo sí.
Esto, aparte de tener posibles desastrosas consecuencias para mí vida en general, augura malos tiempos para el Gabinete (o buenos, según se mire). Estoy enganchado, encariñado, encaprichado con este inventín de los infiernos y le he hecho un buen hueco, tal vez demasiado grande, entre mis biorritmos. Pero no voy a poder continuar con él de la misma forma que antaño. Mientras me entero de por qué y por dónde vienen estas sopas con honda que me están dando me temo que tendré que echar el freno.
Así que debo restringir mi actividad blogera a los momentos de estricto tiempo libre. Con los posts más cortitos no notarán ustedes la diferencia. Pero no se extrañen si tardo más de la cuenta en actualizar porqué eso indicará que estoy cocinando algo denso; uno de esos posts con fundamento y pedantería en vez de perejil que antes me llevaban horas y que ahora pueden ocuparme días..
Perdónenme también si me muestro menos activo (¿aun menos?) comentando los blogs suyos de ustedes, o llego tarde y mal a las conversaciones. Hipotecaría mi alma por poder seguir al pie del cañón tan intensamente como ahora, pero si quiero salir alguna vez de estos Fríos he de hacer reajuste de plantilla entre mis neuronas.
Y qué pena que esto llegue precisamente ahora; con esos cromitos, o como se llamen, que han pergeñado con amor los Lametones o Andrés de Harmony House (ahí, a la derecha los pueden ver: ¡qué ilusión!); con Vigalondo dejándose caer por aquí; con ese proyecto conjunto con Werden sobre Radiohead y que espero acabe siendo a tres manos…
Igual el tamaño no importa, pero el ritmo sí.
1 Comments:
Hombre, me alegro de que le haya gustado el cromito. Ánimo, y que esos reveses laborales se conviertan pronto en enveses. O algo.
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