Y de ayer de verdad que no pasó…
Hoy, para variar, no les habla Dr Zito. Soy yo, Pequeña Morla, quien les acompaña. Les quiero avisar que soy una total novata en esto, y que los ordenadores y yo nunca nos acabamos de llevar bien del todo. Así que, hoy, no habrá fotos ni links, ni cosas complicadas de esas que Dr Zito les pone para entretenerles y sorprenderles cada día.
Podría decir inocentemente que no se que es lo que Dr Zito les cuenta de mi, pero seria una mentira cochina, porque todos los días me cuelo un par de veces por aquí para ver si habla mal de mua. Pero, en fin, ante la amenaza acechante de no poder escribir él mismo por no tener línea telefónica en la casa paterna (no pregunten, no pregunten…ya se sabe con Timofónica), Dr Zito me suplicó que tomase yo el relevo. Y como decir que no, ¡con lo que me gusta a mi ser imprescindible!. No sé que tal se me dará esto…espero que me perdonen si se aburren mucho. Desde aquí les ruego que dejen de leer en cuanto bostecen por primera vez. Y por favor, no se lo tengan en cuenta a mi medio limón…él de verdad que lo hacía con buena intención.
Ustedes no lo saben, claro, pero por mucha rabia que me dé y por mucho que intente evitarlo, soy de ese tipo de personas que todo lo acaba posponiendo por hache o por be: ya limpiaré el baño el martes, este fin de semana me leo ese artículo tan interesante para el curro, cuando llegue esta tarde paso la aspiradora… (ustedes me entienden, ¿verdad?). Y mi máxima favorita, repetida como un mantra cada primero de año “de este año no pasa que me saque el carné de conducir”. Y cada vez, una excusa, real o ficticia, para no hacerlo.
Primero tienes tiempo pero no tienes pelas. Más tarde tienes las pelas (más o menos) pero eso del tiempo no tienes muy claro que es. Y cada vez te da más y más pereza. En mi caso, me daba pánico aprender a conducir donde vivíamos: automovilistas locos, siempre atascos, nadie respetando los semáforos. Pero, ¿¿cómo alguien que en un kart no distinguía acelerador de freno va a conducir en una ciudad así??
Y ahora, exiliada en los Fríos Exteriores, mi excusa era el idioma. Pero ayer, por fin, después de mucho “la semana que viene lo hago”, di el primer paso en este viaje que esperemos me conduzca (nunca mejor dicho) a conseguir tan preciado documento. Aquí es dificilísimo encontrar una autoescuela corriente y moliente. Claro, que ni dios va a clase de teoría. Te estudias el código de circulación, te haces tus test y va que chuta. Se lo crean o no, hasta 1996 no fue obligatorio el examen teórico. Tampoco puedes empezar tus practicas cuando quieras, no. Eso sería muy sencillo…Primero tienes que solicitar una licencia provisional, que por supuesto no te dan inmediatamente, sino que tarda la friolera de 6 semanas en llegar a tus manos. Lo deben hacer por tu bien, supongo, así tienes tiempo de estudiar la teoría. Tan considerados ellos.
Y se preguntaran ustedes a que viene este cambio de actitud, ese abandono de mi letargo anterior, esa fiebre por conducir…bueno, los Fríos Exteriores están esperando a que los exploremos. Y Dr Zito ya esta más que harto de pasear a Miss Morla por el mundo. El dice que es por mi bien, que tengo que ser independiente, pero entre ustedes y yo, yo creo que le aterra conducir en un país de bárbaros, con carreteras de dos carriles y solo 3 metros de ancho, hielos perpetuos, donde no tienes ni idea de cuando te va a aparecer un yeti (o un local tamaño Godzilla totalmente mamado un sábado noche) delante de tus narices o si vas a atropellar a una vaca peluda…La verdad es que no le culpo, la conducción es un tema peliagudo en los Fríos Exteriores.
¡¡Les mantendré informados de mis avances!!
Podría decir inocentemente que no se que es lo que Dr Zito les cuenta de mi, pero seria una mentira cochina, porque todos los días me cuelo un par de veces por aquí para ver si habla mal de mua. Pero, en fin, ante la amenaza acechante de no poder escribir él mismo por no tener línea telefónica en la casa paterna (no pregunten, no pregunten…ya se sabe con Timofónica), Dr Zito me suplicó que tomase yo el relevo. Y como decir que no, ¡con lo que me gusta a mi ser imprescindible!. No sé que tal se me dará esto…espero que me perdonen si se aburren mucho. Desde aquí les ruego que dejen de leer en cuanto bostecen por primera vez. Y por favor, no se lo tengan en cuenta a mi medio limón…él de verdad que lo hacía con buena intención.
Ustedes no lo saben, claro, pero por mucha rabia que me dé y por mucho que intente evitarlo, soy de ese tipo de personas que todo lo acaba posponiendo por hache o por be: ya limpiaré el baño el martes, este fin de semana me leo ese artículo tan interesante para el curro, cuando llegue esta tarde paso la aspiradora… (ustedes me entienden, ¿verdad?). Y mi máxima favorita, repetida como un mantra cada primero de año “de este año no pasa que me saque el carné de conducir”. Y cada vez, una excusa, real o ficticia, para no hacerlo.
Primero tienes tiempo pero no tienes pelas. Más tarde tienes las pelas (más o menos) pero eso del tiempo no tienes muy claro que es. Y cada vez te da más y más pereza. En mi caso, me daba pánico aprender a conducir donde vivíamos: automovilistas locos, siempre atascos, nadie respetando los semáforos. Pero, ¿¿cómo alguien que en un kart no distinguía acelerador de freno va a conducir en una ciudad así??
Y ahora, exiliada en los Fríos Exteriores, mi excusa era el idioma. Pero ayer, por fin, después de mucho “la semana que viene lo hago”, di el primer paso en este viaje que esperemos me conduzca (nunca mejor dicho) a conseguir tan preciado documento. Aquí es dificilísimo encontrar una autoescuela corriente y moliente. Claro, que ni dios va a clase de teoría. Te estudias el código de circulación, te haces tus test y va que chuta. Se lo crean o no, hasta 1996 no fue obligatorio el examen teórico. Tampoco puedes empezar tus practicas cuando quieras, no. Eso sería muy sencillo…Primero tienes que solicitar una licencia provisional, que por supuesto no te dan inmediatamente, sino que tarda la friolera de 6 semanas en llegar a tus manos. Lo deben hacer por tu bien, supongo, así tienes tiempo de estudiar la teoría. Tan considerados ellos.
Y se preguntaran ustedes a que viene este cambio de actitud, ese abandono de mi letargo anterior, esa fiebre por conducir…bueno, los Fríos Exteriores están esperando a que los exploremos. Y Dr Zito ya esta más que harto de pasear a Miss Morla por el mundo. El dice que es por mi bien, que tengo que ser independiente, pero entre ustedes y yo, yo creo que le aterra conducir en un país de bárbaros, con carreteras de dos carriles y solo 3 metros de ancho, hielos perpetuos, donde no tienes ni idea de cuando te va a aparecer un yeti (o un local tamaño Godzilla totalmente mamado un sábado noche) delante de tus narices o si vas a atropellar a una vaca peluda…La verdad es que no le culpo, la conducción es un tema peliagudo en los Fríos Exteriores.
¡¡Les mantendré informados de mis avances!!
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