La estructura narrativa de los episodios de Los Simpsons
El pasado reciente. En el Hogar Zito se proyecta “Starship Troopers,” una de mis películas favoritas. Aunque para mí aquel es ya el enésimo pase, es el primero para Pequeña Morla.
Morla: Mira, mira ¿no es esa una de las chicas de oro?
Zito: Pero qué dices mujer; qué va a ser.
Con fastidio, paro el DVD. Rebobino (dios, qué anacronismo). Ahí está, ajada y viejísima la cara de la más casquivana de las doradas jubiladas. No me había dado cuenta en ninguno de mis n-1 visionados anteriores.
Sucesos extraños. Recordé que hacia unos días, sin venir a cuento, había surgido de los abismos insondables de mi mente el nombre del ex-marido de la chica de oro hija de aquella que siempre comenzaba sus batallitas con "Sicilia, 1920...": Stan. Y también recordé la irritante costumbre de Manolo, sí, el del colegio, el torpe vigardo que todos hemos tenido en clase. Siempre preguntaba "¿con tus propias palabras?" cada vez que en un examen (dictado) el profesor pedía explicar cualquier cosa, desde quién era Wilfredo el velloso hasta para qué servían los pistilos (por cierto Manolo, bonito, si por casualidad me leyeras, has de saber que Carlitos, el profesor de Historia que te robó tu sobresaliente por haber escrito belloso estaba equivocado; la RAE acepta las dos formas).
Días después, en la tele, un documental sobre un hombre que despierta de un coma tras 19 años. Le dice cochinadas a su hija. La confunde con su novia de entonces. Y es que para él no ha pasado el tiempo. Nadie le confiesa que por ese motivo sigue siendo el mismo gilipollas de entonces. También se cuentan otros casos de gente con daños cerebrales más leves: Un hombre tiene un accidente de coche. Su lóbulo frontal se daña muy ligeramente, un nanosegundo de excesiva presión. Pero es suficiente. Ahora es incapaz de sentir amor por su mujer y su hijo.
Interior noche. Doy vueltas en la cama. Me cuesta dormir. Estoy muy preocupado. Fundido en negro.
Morla: Mira, mira ¿no es esa una de las chicas de oro?
Zito: Pero qué dices mujer; qué va a ser.
Con fastidio, paro el DVD. Rebobino (dios, qué anacronismo). Ahí está, ajada y viejísima la cara de la más casquivana de las doradas jubiladas. No me había dado cuenta en ninguno de mis n-1 visionados anteriores.
Sucesos extraños. Recordé que hacia unos días, sin venir a cuento, había surgido de los abismos insondables de mi mente el nombre del ex-marido de la chica de oro hija de aquella que siempre comenzaba sus batallitas con "Sicilia, 1920...": Stan. Y también recordé la irritante costumbre de Manolo, sí, el del colegio, el torpe vigardo que todos hemos tenido en clase. Siempre preguntaba "¿con tus propias palabras?" cada vez que en un examen (dictado) el profesor pedía explicar cualquier cosa, desde quién era Wilfredo el velloso hasta para qué servían los pistilos (por cierto Manolo, bonito, si por casualidad me leyeras, has de saber que Carlitos, el profesor de Historia que te robó tu sobresaliente por haber escrito belloso estaba equivocado; la RAE acepta las dos formas).
Días después, en la tele, un documental sobre un hombre que despierta de un coma tras 19 años. Le dice cochinadas a su hija. La confunde con su novia de entonces. Y es que para él no ha pasado el tiempo. Nadie le confiesa que por ese motivo sigue siendo el mismo gilipollas de entonces. También se cuentan otros casos de gente con daños cerebrales más leves: Un hombre tiene un accidente de coche. Su lóbulo frontal se daña muy ligeramente, un nanosegundo de excesiva presión. Pero es suficiente. Ahora es incapaz de sentir amor por su mujer y su hijo.
Interior noche. Doy vueltas en la cama. Me cuesta dormir. Estoy muy preocupado. Fundido en negro.
12 Comments:
El próximo post con la estructura narrativa de un episodio del Equipo A. A ver cómo sacas a Murdock del hospital.
Cada vez escribe usted más raro y más mejor. A saber dónde va a llegar usted...
Recuerde que el único bicho malo es el bicho muerto.
Lo siento. Tenía que decirlo.
Amigo Gagarin, en el fondo todo introspectivo de estos sigue su sugerencia: El post es el plan y Murdock uno mismo.
Tones, yo me conformo con llegar a fin de mes. Usted ya me entiende.
Este post ha sido magnífico.
¿Lo de belloso es cierto?
Yo también estoy muy preocupado.
Buenas noches.
Yo me uno a la algarabía formada, qué maravilla! Qué confusión!
Dr. Zito, hay unos libros escritos por su colega, el Dr. Oliver Sacks (al que interpretaba Robin Williams en "despertares", que está basado en otro libro suyo), en el que cuenta casos neurológicos atroces, como el del profesor que no relacionaba los nombres con los objetos que designaban, e intentaba ponerse a su mujer en la cabeza creyendo que era su sombrero, o el individuo que sólo recordaba su vida hasta los 19 años, y después era como un pez tropical, con tres segundos de memoria.
Se lo recomiendo:
"El hombre que confundió a su mujer con un sombrero"
Editado en "Modernos y Clásicos" por Muchnik Editores
ISBN: 84-7669-421-0
Saludos
Fedorento
Don R., Casimiro, todos ustedes: sus halagos me estratosferizan el automojo y seguro que ayudaran a rescatarme cuando la preocupacion me ahogue.
Y no, lo de belloso era mas bien un extemporaneo ajuste de cuentas con Manolo, a quien nadie le podia toser, no solo por su altura, sino tambien porque su padre era ABOGADO. Uuuuyyy, que miedo!
Lo del hombre que confunde a su hija con su novia no sale también en La Casta de los Metabarones? Vaya manita que tiene Jiménez y vaya imaginación que tiene Jodorowsky. Aprende, Rob!
Perdoneme, pero es que yo soy un ignorante del comic.
Dios santo, Dr Sito. Tantos años esperando tan peculiar venganza extemporanea!!!!!!!!. ¿Eso no es rencor verdadero, no?.
¿Por que ese titulo?.
Seguro que esto no lo leeras nunca. Bye Dr S
Claro que lo leo. Y por saber se hasta donde vide usted y donde trabaja. Asi que cuidadin. Y al porque del titulo se lo explicare a la cara.
Un abrazo muchacho.
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