Videos químicos
Siempre me ha maravillado la capacidad de los Chemical Brothers, o al menos de quienes para ellos trabajan, para ubicar sus ritmos endiablados en paisajes reconocibles.
El resultado probable es el embobamiento. Y es que los videoclips de los hermanos químicos acostumbran a seducir al espectador con la idea de que tal vez su música sea en realidad una cosmovisión propia, crítica y marciana al mismo tiempo; alejada de la frialdad de la que muchos les acusan, de las pistas de baile y del chunda-chundismo consecuente.
Todos ustedes seguro que conocen el archipremiado video de Let forever be, dirigido por Michael Gondry, en el que la combinación de múltiples y simultáneos universos es simplemente pasmosa. O el harryhausenesco Hey boy, hey girl, donde lo menos importante son los esqueletos. O el mesmerizante Star Guitar, porque, díganme ¿quién no ha deseado que su walkman contuviese La Respuesta? Incluso, en tiempos recientes, los Chemical Brothers se han permitido lanzar dardos subliminales al capitalismo, y a su implacable explotación de personas, animales y cadáveres, con The Golden Path y Believe (revisado hace unas semanas por Woed en su Contra Rutina).
En la vertiente más jocosa de su repertorio visual se encuentra Get yourself high (casi parece un manifiesto de la FAD). Un twist al cine de artes marciales de los Hermanos Shaw, con sus indiscriminados zooms y su plantel de infraseres, y en donde los efectos visuales permiten que vuelen micrófonos o vinilos en vez de cuchillos y surikens, que los maestros kung-fu pronuncien, a ritmo de Big Beats, palabras inconvenientes y, sobre todo, que nos divertamos.
Y un desafío: ¿Será capaz el Maestro de la Sabiduría Inútil de identificar la película original? ¿Alguno de ustedes?
El resultado probable es el embobamiento. Y es que los videoclips de los hermanos químicos acostumbran a seducir al espectador con la idea de que tal vez su música sea en realidad una cosmovisión propia, crítica y marciana al mismo tiempo; alejada de la frialdad de la que muchos les acusan, de las pistas de baile y del chunda-chundismo consecuente.
Todos ustedes seguro que conocen el archipremiado video de Let forever be, dirigido por Michael Gondry, en el que la combinación de múltiples y simultáneos universos es simplemente pasmosa. O el harryhausenesco Hey boy, hey girl, donde lo menos importante son los esqueletos. O el mesmerizante Star Guitar, porque, díganme ¿quién no ha deseado que su walkman contuviese La Respuesta? Incluso, en tiempos recientes, los Chemical Brothers se han permitido lanzar dardos subliminales al capitalismo, y a su implacable explotación de personas, animales y cadáveres, con The Golden Path y Believe (revisado hace unas semanas por Woed en su Contra Rutina).
En la vertiente más jocosa de su repertorio visual se encuentra Get yourself high (casi parece un manifiesto de la FAD). Un twist al cine de artes marciales de los Hermanos Shaw, con sus indiscriminados zooms y su plantel de infraseres, y en donde los efectos visuales permiten que vuelen micrófonos o vinilos en vez de cuchillos y surikens, que los maestros kung-fu pronuncien, a ritmo de Big Beats, palabras inconvenientes y, sobre todo, que nos divertamos.
Y un desafío: ¿Será capaz el Maestro de la Sabiduría Inútil de identificar la película original? ¿Alguno de ustedes?
5 Comments:
Pues no sé cual es. El decorado exterior parece Shaw. Y algunos rostros me suenan, pero buff
Pues you hubiera dicho que el prota es Bruce Le o Bruce Li o un clonico de esos.
De la película no tengo ni idea, pero a modo de anécdota, sí sé que el último vídeo, el de Galvanize, está rodado en Málaga.
Oiga, pues yo ni idea. Ahora le echare un ojo, porque, creanselo, aun no lo he visto.
Me he propuesto ver todos los videos de Chemical Brothers. Hasta la fecha sólo he visto dos, que recuerde.
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