Libertad para las pelotitas de colores - Actualizado -
Hace unos meses glosábamos en el Gabinete el bello anuncio de Bravia con fondo sonoro de José González, fascinante mezcla de imagen y música que catapultó a su autor al humilde estrellato del acústico y fecundó la imaginación de todos nosotros con hermosas visiones de avalanchas de colores arrastrando la insustancia cotidiana de nuestras calles o de la metamorfosis propia en una de esas pelotitas para poder así botar y botar y botar, en soleadas cuestas, por siempre.
Cumpliendo su amenaza de entonces, Minizita y un puñado de locos cariocos se han propuesto liberar cuantas pelotitas de colores puedan y hacer rebosar las calles de Ciudad Mandril (bueno, al menos una) de millares de colores saltarines y diversos. Un perverso juego de subversión para alterar el orden diario y crear confusión a través de la belleza sin propósito. Un embelesador espectáculo.
Existen ya peloteros habilitados donde ustedes podrán efectuar sus esféricas donaciones; de cualquier color, tamaño y capacidad de bote. Tienen hasta el 1 de Mayo. Y si quieren colaborar, pero no viven en Madrid o no les apetece desplazarse, pueden hacérselas llegar por correo a los responsables de esta espléndida e inocente travesura. Encontrarán todos los detalles aquí.
Extiendan la noticia, coméntenlo con sus familiares y amistades, practiquen el antiguo y placentero arte del boca-oreja o el nuevo y aséptico del inbox-inbox. Atrévanse a organizar un evento paralelo en su localidad. ¡Liberemos juntos a todas las pelotitas de colores que en el mundo han sido! Se lo merecen. Nos lo merecemos.
