viernes, diciembre 30, 2005

Este año sí (puede)


Los habituales ya sabrán que un servidor no tiene teléfono móvil; que soy militante anti ellos hasta la médula. Y a pesar de esto es posible que el 2006 pase a la Historia como "El año en el que Zito se compró un móvil". Porque con tentaciones como las que ven en la foto (pínchenla para descubrir más), que imita los comunicadores de la serie de Star Trek original, a uno le viene a la mente aquella frase de Wilde que decía que "la mejor forma de evitar la tentación es caer en ella."

martes, diciembre 20, 2005

Deranged

"I'm deranged
Deranged my love
I'm deranged down down down
So cruise me babe
, cruise me baby"

David Bowie, Deranged

Me encuentro ya en Ciudad Mandril como parte de mi peregrinaje navideño. Son estos días poco dados al posteo, menos de lo que creía, para serles sinceros. La familia me reclama y es difícil sustraerse a su llamada. Hoy sin embargo parece que tengo un rato más o menos tranquilo, solo para mí y me he acercado a abrir el Gabinete (olía ya un poco a cerrado), para reunirme con ustedes y hacerles un (de nuevo) extemporáneo comentario de Choque, el último corto de Nacho Vigalondo.

Como ya sabrán a estas alturas, Choque es la historia de Diego, un trepa bastante capullo que junto con su novia Lorena (la de mi clase se llamaba Natalia, la de la suya, quizá, Leticia) descubren, para su gozo primero, para su pesar después, el misterio oculto de unos autos de choque en los sótanos de la Gran Vía. Y será finalmente a su pesar, porque tras la inicial algarabía, unos desagradables invitados colocarán a Diego en el vértice de una espiral de descontrol y locura extrema, que ríanse ustedes de las personalidades múltiples y las bilocaciones de Carretera Perdida.

Parece ser un ejercicio obligado establecer paralelismos entre Choque y 7:35 de la mañana, el multipremiado, nominado y archifamoso corto de Vigalondo. Y este es un juego divertido al que no me resistiré a entrar. Creo haberle leido al mismo Vigalondo decir que Choque gustará a quienes odiaban 7:35 y viceversa, y puede que tenga parte de razón en tanto a que Choque es más sutil en su lenguaje y en sus referencias, menos explícito en su comicidad amarga, menos liviano si quieren. Que Diego se vista de chaqueta, que Vigalondo abandone sus patillas habla más claro pero no más alto que la frase inicial "¿Sabes por qué de pequeños no teníamos stress?"

Para "colmo" Choque tampoco culmina con un chiste explicativo que desvele tramas o resuelva incógnitas. No posee una clave para entender todo lo anterior, que aclare que el psiquiatra está en realidad muerto o que Tyler Durden está en realidad en tu cabeza. Pero es que lo importante ha ocurrido bien antes. Por ello es comprensible que alguien que espero encontrar un último retruécano como en 7:35 pueda preguntarse al entrar los títulos finales, ¿Ein?


Porque Choque es, por encima de casi todo, la historia de una obsesión, una además muy masculina: La de aferrarse a lo absurdo, a lo totalmente falto de práctica. Y es por eso que más que los paralelimos, lo interesante es la consistencia temática que Vigalondo desvela. Y es que si observan atentamente, verán que existe una continuidad entre 7:35, Domingo (su corto para el Notodofilmfest) y Choque: La de la comedia perpetua de la incomunicación entre los sexos. Esa misma que le lleva a uno a llenarse de dinamita para poder contarle cómo se siente a la chica de sus sueños (una estrategia bastante extrema contra el rechazo, por otra parte), o a aguantar a su novia gritando en pos de la cinta con las vacaciones en Turquía justo en el momento más importante de la Historia de la Humanidad o a sentirse abandonado e incomprendido ante el peligro de un duelo de repercusiones cósmicas. Y si no me creen, prueben a sustituir la última frase del corto por un "¿Te ha gustado tanto como a mí?" o un "¿A que ha estado bien, cariño?"

Por otro lado, también es cierto que Vigalondo no recurre esta vez a los elementos del cine de género para ofrecer su nuevo acercamiento a un tema tan viejo. No hay coreografías ni platillos volantes, quizá solo un duelo al neón y, sí, Karate Kid. Hay en cambio otros temas, creo que antes ausentes en su obra, como la (literal) lucha de clases o, quizá mejor, de juventudes.

Déjenme decirles finalmente, que uno de mis momentos favoritos en Choque ocurre cuando Diego ha de reportarse ante el guardia de seguridad del recinto por los disturbios que él mismo está causando, y la situación se enturbia aun más en su contra cuando comienza a explicarle, como lo hacíamos ante el maestro cuando habíamos cometido algún acto reprobable que "han aparecido ellos y han empezado a golpearla/¿Golpearla?/Sí, con los coches". Una jocosa revisión del falso culpable Hithcockiano.

Así que me reafirmo. Yo seguiré esperando con ansia el momento de que lleguen Los Cronocrímenes. Como para no hacerlo: ¡Una película española sobre viajes en el tiempo!

miércoles, diciembre 14, 2005

Desde Murcia con amor

Pues si queridos amigos del Gabinete. Tras haber sobrevolado urbanización tras urbanización, modeladas a imagen y semejanza de aquellas que aparecían en Noches de la Cocaína, he tocado suelo en la hermosa región murciana hasta donde me ha traído el Imperialismo Científico con motivo del patrio congreso anual sobre la disciplina.

Y es que ha comenzado mi periplo peninsular navideño, que me llevará a realizar bolos variados por nuestro país: ora unas especialidades murcianas (que aun desconozco), ora unos churros con chocolate, ora unos Faemino y Cansado. Y es que como ven, a pesar de estar entregado a la causa del bien vivir, pido muy poco a aquellos que tienen a bien darme cobijo o esperan mi guía espiritual e ideológica. En pocos días moraré de nuevo en el hogar de la Familia Zita, en la ciudad de Mandril, un lugar que parece Sarajevo en sus peores momentos gracias a su excelso alcalde, dios lo acoja en su gloria (pronto a poder ser). Una vez allí, el ritmo de posteo continuará, aunque comprensiblemente afectado por los avatares festivos que se nos vienen encima.

Lamento que se vayan con las manos vacías despues de haberse tomado la molestia de venir hasta aqui. Pero aun asi voy a cometer la desfachatez de pedirles su voto para el Premio de los Lectores 2005, organizado por nuestro venerado Adultolescente. Vaya semanitas de reconocimientos y honores que llevamos por aquí. Si esto les parece poco esperen, esperen y verán.

lunes, diciembre 12, 2005

Rex y Godzilla

Hará no mucho, apareció en mi buzón una extraña misiva escrita por minizita en la que decía lo siguiente:

“Me asomo al patio, aun queda medio cigarro (desde que lo encendí, le he puesto la comida a la abuezita, he limpiado el polvo de algunas películas y las he colocado en su nueva estantería), lo cojo entre los dedos y me fijo en que en el pequeño patio que pertenece al bajo D y que está lleno de cachivaches, (algunos de ellos imposibles de creer si no se ven), rodeado de infinidad de plantas de plástico, subido a la cima de lo que parece ser una lavadora, está Godzilla con los brazos en alto y con la mirada al frente intentando defenderse de un Tiranosaurio Rex que le acecha desde el lado derecho y que desde hace días trata de clavarle los dientes en el cuello.
La vecina del segundo también está asomada. Me observa observar la escena.
En otras ocasiones me he fijado en que desde la cocina trata de descubrir mi habitación; no me importa, que mire lo que quiera. Se da cuenta de que la he visto y rápidamente y con todo el sigilo del que es capaz, cierra la ventana. Nunca he sabido su nombre, su casa esta en otro portal. Lo único que conozco de ella es que por la mañana muy temprano, se arranca por bulerías. Así que: Señora vecina folclórica con moño, de verdad, no me importa que se introduzca con la mirada en mi habitación, yo trato de hacer lo mismo con la cima de la lavadora, pero está tan lejos… Va a ser muy arriesgado pero voy a intentar acercarme todo lo posible a Godzilla y a Rex, es mi deber de vecina conseguir pruebas de lo que quiera que esté sucediendo encima de ese electrodoméstico.”

Así terminaba el documento. Durante un tiempo no volví a tener noticias de minizita, quien parecía haber desaparecido en alguna profunda sima de la tierra. No supe más de ella hasta que esta mañana recibí un sobre sin remite y coronado con un sello lleno de extraños e ininteligibles caracteres.

“Se que la calidad de las fotos que te envío no es muy buena, pero debemos ser conscientes de que son un testimonio único de lo que se cuece encima de la lavadora del señor vecino del patio lleno de plantas de plástico.
Si, lo se, se que ha sido una misión realmente arriesgada. No sólo por el encuentro físico que mantuve con Rex y Godzilla (que en si podría haber supuesto la perdida de la propia vida), sino también por que podían haber ocurrido todo tipo de imprevistos que jugasen en contra de la expedición y terminasen abortándola. Es más, tengo que añadir que aquello casí sucedió, hubo un momento en el que la señora vecina folclórica con moño me pilló cámara en mano mientras ejercía de reportera y casi abandono la empresa. Hube de camuflarme durante varias horas detrás de las coloridas cortinas que ocultaban el puesto base erigido en mi habitación.

Pero finalmente, tengo que decirle querido Dr Zito, que todo ha salido bien y que por ello le puedo adjuntar con esta carta, dos fotografías a modo de testimonio, de lo que estoy convencida, jugará un papel vital en el futuro desarrollo de la vida del patio interior de este edificio de la Avenida de los Curris número siete.

Le pido, eso sí, que por el momento no trate de averiguar mi paradero, podría resultar peligroso para ambos. Me he visto obligada a desaparecer sin fecha conocida de regreso, ante el temor de llegar a ser víctima de la furia de Godzilla, o de Rex, o de la señora vecina folclórica con moño o del señor vecino del patio lleno de plantas de plástico.
Hasta la próxima.”

Aqui pueden ver el escalofriante documento gráfico: Rex y Godzilla I , Rex y Godzilla II

jueves, diciembre 08, 2005

Irracional II


¿Es Gap o Anti-Gap? La ironía como método de absorción. Ya ni la locura es subversiva. Aun así, tuvieron que suavizar la primera versión del anuncio que había rodado Spike Jonze. Aquí la tienen.

martes, diciembre 06, 2005

Irracional

Cuando llegaron al centro comercial a la hora acostumbrada, no notaron nada fuera de lo normal, y si lo hicieron, prefirieron ignorarlo. Mientras subían al segundo piso, el de los restaurantes, la escalera mecánica les fue mostrando un grupo de gente agolpada allá a la derecha, precisamente frente al lugar hacia donde se dirigían. Familias y ternas de adolescentes boquiabiertos y sobrecogidos observaban el McDonald’s descerrajado, abierto de par en par, y perdían sus miradas en aquel enorme boquete oscuro que ahora ocupaba su lugar. Algo debía de haber explotado allá dentro. Un residuo negruzco cubría como un velo sucio todo lo que alcanzaban a ver, el interior donde hasta ayer sólo había lugar para los tonos brillantes de los juguetes del nuevo Happy Meal, los colores gloriosos de la familia McDonald, y las ofertas estrella como el “Euroahorro del Mes”. Todos desleídos, desvanecidos, muertos.

Qué hacer ahora. Dónde ir.

lunes, diciembre 05, 2005

Pulguitas de colores y un concurso

Yo ni FIFAs ni Pro Evolutions. El juego de fútbol que más me ha apasionado con diferencia ha sido el Sensible Soccer, insertado en mi vieja Megadrive. Y no por snobismo de lo retro, créanme. Los otros los he probado y no me parecen ni la mitad de adictivos que este: Velocidad endiablada, pasmosa sencillez en el manejo (tres botones, pero si se empeñan uno solo basta) y un modo de dos jugadores capaz de arruinar amistades eternas y de dividir familias enteras. Si, de acuerdo. Los gráficos son ultra-simples; los jugadores parecen pulguitas de colores correteando por un tapiz para cartas y la ausencia de licencias provoca hilarantes nombres (Mochel, Iric Centona, Jean-Pierre Pepin o Ven Besten). Pero cualquiera (literalmente) puede jugar a él y pasárselo auténticamente pipa. Además, ahora tan solo necesitan una tele y este aparatito que ven en la imagen y que ya ocupa el primer lugar en mi lista de autorregalos para estas fechas (¡y también incluye el mítico Cannon Fodder y el Mega-Lo-Mania!). Y de propina, no se olviden de esta camiseta.

También en el orden de asuntos videojueguiles, este Gabinete se enorgullece de haber sido nominado a los Premios Next Level 2005 organizados por Zoibberg, amo y señor del entrañable blog de videojuegos Ocho Bits, en la categoría de Mejor Blog Generalista. La competencia es francamente dura, pues se encuentran también nominados serios colosos de la blogosfera como Focoblog, Adultolescente, Contra Rutina y Un Mundo desde el Abismo. Los ganadores serán elegidos por votación de los lectores.

Se que no rascaremos nada. Pero si quieren ver a un doctor feliz y agradecido ya saben qué pueden hacer para conseguirlo.

sábado, diciembre 03, 2005

Estampas trekkies


Izquierda y derecha. Blefuscu y Liliput. Lokai y Bele en un eterno juego del gato y el ratón. El odio racial alcanza al Enterprise en el episodio “Que ese sea su ultimo campo de batalla.

jueves, diciembre 01, 2005

1991: The Year Punk Broke

Hace tres semanas, Way de Ultraplayback, escribía un recomendable post vindicando los derechos del fan del grunge a autoproclamarse como tal sin tener que sufrir las iras de amigos y conocidos o la mirada compasiva de los viandantes. A mi me pareció un acto de valentía reseñable en estos tiempos donde a pesar de no creer en dogmas y metanarrativas, todos trazamos líneas y divisiones de putamierdismo con pasmosa facilidad.

Notaba Way que el grunge (utilizaré la etiqueta sólo un poquito más, no se me enfaden) está ninguneado y eso es absolutamente cierto. Nadie lo elogia. Pero tampoco nadie lo reprueba ni lo vapulea. No es siquiera carnaza de modernos enteradillos. Es un “pasemos a otra cosa”, un “¿de qué me estas hablando?,” un “eso ya no mola”. Para muchísimos el grunge es un esqueleto en sus armarios, como dicen los Frioexteriores, un pasado a ser olvidado, ese pariente medio imbécil al que nunca visitamos. Por ello mismo, hoy quiero hablarles de un documental (¿otro más?) que espero repare el mancillado orgullo de quien haya sido “gruncho” de pro, interese al punkorro de corazón e incluso convenza a los inconvencibles. Ando ambicioso, como ven.

1991: The Year Punk Broke se abre con Thurston Moore, líder de Sonic Youth, rapeando una sarta de incomprensibles majaderías mientras la cámara sigue a Kim Gordon (otra miembro del grupo) y el tipo ese que se saltó la tapa de los sesos bailando al compás, dando vueltas y haciendo el indio en lo que parece una vía de tren abandonada. En un determinado momento, fundido en blanco, y entra la escalofriante Schizophrenia, tocada por Sonic Youth en directo. Un comienzo imbatible.

Y es que 1991: The Year Punk Broke sigue a Sonic Youth durante su mega gira Europea de ese año, en la que fueron teloneados por Nirvana, Dinosaur Jr y Babes in Toyland. El film se compone básicamente de actuaciones en vivo, en especial de Sonic Youth, que justo acababan de sacar su primer álbum en una discográfica major (Goo, el de la portada que han visto en incontables camisetas), y de Nirvana, poco antes de atizarnos el nirvanazo como dice Tones, unidas por secuencias rodadas en backstages, hoteles, ferias y aparcamientos.

Aparte del contenido puramente musical, lo que destaca son precisamente esos momentos de tiempo libre en el que se demuestra la genuina y verdadera actitud punk de aquella gente, en el fondo una panda de estúpidos, iconoclastas, y felices descerebrados como lo podamos ser ustedes o yo. Podrán ver por ejemplo a Thurston Moore gritando a unos alucinados peatones desde la ventana de su hotel "You're not just ducks, you are human, you are human!!!," o a Dave Grohl y Chris Novoselic jugando y desparramando la comida del catering mientras farfullan incoherencias con acento holandés; o al tipo ese que cantaba en el disco de Unplugged in New York arrastrándose por el suelo borracho mientras lleva puesta una bata de médico garabateada con rotulador. Aunque no crean. El documental no es ni mucho menos satisfactorio: Se hace demasiado largo y Moore, quien lleva en cierto modo el peso narrativo de la función, resulta en ocasiones muy cargante. Pero como evidencia histórica (aparece también Joey Ramone) es de un valor incalculable y es de obligado visionado, aunque sea de manera tangencial, para los que vivimos esa época.


Porque, ¿qué queda de todo aquello casi 15 años después (¡uf!)? ¿Qué nos queda? Tan solo la imagen deprimente y consumida del suicida que la MTV (makes me wanna smoke crack) o Geffen tratan de vendernos en libros, cofres y recopilatorios (bueno, y también queda Dave Grohl haciendo discos cada vez más insoportables) y que se resume en que para que a uno le guste el grunge (esta es la última vez que utilizo el término) ha de estar saturado hasta las cejas de demonios interiores. Pero aunque eso sea en parte cierto, me niego a aceptar una versión tan parcial y mínima de la historia.

Miren. Diré sin arrepentirme que aquello podía haber sido y no fue, como en tantos otros casos, una revolución. Una revuelta. Fue un momento de intensa agitación en el que sin embargo, nos puede parecer ahora soprendente, la juventud no se encontraba mucho más alienada o deprimida que ahora; no la visitaban más demonios ni se enfrentaba a muchos más problemas de los que nos visitan o a los que nos enfrentamos nosotros. Pero lo miembros de aquella generación, o aquellos yoes nuestros del pasado, consiguieron expresar su descontento con el mundo abrazando una música que les representaba y les servia para expresar el desconcierto que les paralizaba. Una música que no era mucho más que una reelaboración más introvertida y dolorosa de la furia destructora del Nevermind the Bollocks (porque no estaban los tiempos para hostias, literalmente). De hecho, en uno de los mejores momentos de la película, Moore cuenta como Motley Crue había tocado hacía poco Anarchy in the UK en un estadio frente a ochenta mil personas: “El tipo no tenía ni puta idea de lo que estaba cantando, pero el hecho de que fuera esa canción y que todos la coreasen, eso significa algo.” Que aquel llamado a liderar esa revuelta resultara ser la persona menos indicada para hacerlo y acabara arreándose un escopetazo entre ceja y ceja (el pobre ni siquiera quiso ser el vocalista del grupo en un principio) parece totalmente lógico desde la ventajosa perspectiva que ofrece el paso del tiempo (al fin y al cabo, todo consistía en revolverse contra las llamadas paternalistas a la responsabilidad). Pero eso solo importa hasta el punto de haber precipitado el fracaso al que aquel intento, como todos desgraciadamente, estaba abocado.

Homer vs. Sonic Youth

Desempolven sus viejos discos o libérense de sus prejuicios. Recuerden siempre que fue al terminar todo aquello cuando la música casi sin excepción comenzó a sonar remasticada. Cierren los ojos y presten atención únicamente a lo que escuchen (estos consejos se pueden aplicar hasta a Raphael, pero es necesario llegar a esos extremos). Y no sientan vergüenza de ser grunchos o punkis o lo que quiera que ustedes sean.